Cara a la pared

Joey is the mouth. There is one in every classroom together with the complainer, the clown, the goody-goody, the beauty queen, the volunteer for everything, the jock, the intellectual, the momma's boy, the mystic, the sissy, the lover, the critic, the jerk, the religious fanatic who sees sin everywhere, the brooding one who sits in the back staring at the desk, the happy one, the saint who finds god in all creatures. It's the job of the mouth to ask questions, anything to keep the teacher from the boring lesson.


Justo la semana antes de empezar el curso releí este libro, del mismo autor que Las Cenizas de Ángela. Da rabia encontrar a alguien que explica mucho mejor que uno mismo las cosas que a uno le pasan; pero así es la vida de los escritores aficionados.
TIME TO TEACH AND LEARN
En fin, que ya ha empezado el curso, al menos en estas latitudes. He visto por lo menos una vez a mis cuatro clases, y estoy intentando clasificar a mis alumnos en alguna de las categorías citadas. Está claro que McCourt tenía muchos más alumnos por clase que yo...
Primeras impresiones: es curioso no tener que disimular más mi nacionalidad para dar clase en inglés. Mis ex-alumnos recordarán cómo se pasaban las dos primeras clases tratando de descifrar si era inglés o español; ahora tengo alumnos de todo pelaje a los que no les sorprende que un españolito les dé clase en inglés.
Mi primera clase de Year 9 fue sorprendentemente silenciosa. Luego en otras ha habido algo más de movimiento, pero resulta inquietante lo poco que he tenido que pedir a la gente que se calle en tres días de clase.
También noto la necesidad de planificación, sobre todo porque tres de mis cuatro grupos los doy en paralelo con otro compañero y tenemos que acordar qué vamos a explicar, qué prácticas realizamos... He preparado más clases esta semana que en un trimestre del curso pasado.
Y luego está mi grupo de Year 13. 12 chicos y una chica que están a la mitad de la preparación de sus exámenes de Bachillerato Internacional, con las implicaciones de laboratorio, teoría, ejercicios, etc. Creo que tienen unas expectativas muy altas de mí y habrá que estar a la altura.
Mañana será lunes y empezará la primera semana completa. Esto ya no hay quien lo pare...

Ah, per cert... Molts d'anys, Neus!

Guarnición: No saben las ganas que tenía de ponerles a Pink Floyd en esta entrada...

En sus marcas...

startSe acabó la espera. Ha pasado una semana llena de reuniones, información, apuntes, fotocopias, caras nuevas. Las listas de clase están impresas, los cuadernos esperan en montones en el aula, las fotocopias del horario preparadas en la carpeta.
¿Qué recuerdos tiene uno de su primer día de clase? ¿Qué impresión tendrán los alumnos nuevos de mi tutoría? ¿Qué pensará Marc de sus compañeros, de su profesora, de toda esta gente que habla raro?
Habrá tiempo de hacer reflexiones más profundas. Por ahora, tan sólo el cansancio y la saturación de información. Se apagan las luces, silencio en sala: se va a abrir el telón...

Imagen: "Start", de Matt Westerwelt"


Guarnición: Pensaba ponerles algo más fuertecillo, pero creo que Lennon le pega más al plato de hoy.

Silencio



No hay palabras.
A primera hora de la tarde se me ocurrió abrir la web de El País, y me encontré con las noticias: 25 muertos en un accidente. Al cabo de un rato, 40. Luego la radio hablaba de más de 100. Esta noche, 150.
Y de repente sonó el móvil de Clara. Un buen amigo suyo de hace tiempo, a quien yo no conocía, estaba en ese maldito avión. Mierda.
Espero que estéis todos bien. Que ni vosotros ni ninguno de los vuestros se estuviera yendo hoy a Canarias. Que vuestra tristeza no tenga nombre y apellidos.
¿Por qué diablos pasa algo cada vez que cambio de empleo?
Esta noche, más que nunca, tengo a Madrid en el corazón.

Como comprenderán, no hay guarnición que valga...


Imagen: Night lights

Compré una pala en Ikea para cavar mi propia tumba

¡Saludos suizos!
Ahora que al menos mi conexión a Internet parece funcionar, paso a contarles mis primeras impresiones y aventuras de estos primeros días, si es que a alguien le interesa...
Toolkit
Llevo tres días encerrado con un montón de cajas procedentes de La-Tienda-que-no-Debe-Ser-Nombrada, apretando centenares de tornillos, taladrando docenas de agujeros... En fin, tratando de convertir cuatro paredes en una casa. Para que se hagan una idea, aquí en los pisos de alquiler la gente tiene que poner hasta las lámparas y las cortinas... Y todo eso, inicialmente sin tele ni ordenador, tan solo un radio despertador sintonizado en Radio Lac (una especie de Kiss FM pero con pop francés en vez de español)

Hoy lunes he aparecido ya por mi puesto de trabajo; empiezo mañana, pero conviene quedar bien con los jefes. Primer mosqueo: los teclados suizos. No sé cuántos de ustedes habrán manejado un teclado de ordenador en un país extranjero. Acepto que no haya ñ; que poner un acento sea complicado; que los símbolos y signos de puntuación estén en lugares inverosímiles... ¡pero no me cambie la Y por la Z, oiga! Aunque peor lo debió pasar alguien que yo me sé por tierras japonesas...

Queda mucho por hacer: las cajas con los libros y los CDs van llegando poco a poco a la oficina de correos, habrá reuniones con tirios y troyanos esta semana; y todo eso antes de que llegue Marc con mis padres el sábado y empiece el curso ¡el próximo miércoles! Permanezcan atentos a sus lectores de RSS...

Ah, por cierto, el título del post es el de una obra de teatro que una vez me invitaron a ver... les juro que no me lo invento.

Guarnición: Hay quien cree que sólo pongo canciones antiguas... les dejo con esta con la que me han bombardeado todos estos días en la radio que les contaba. Quizá, por una vez, me anticipe a las canciones de la semana.

Cerrado por mudanzas

Este es el último texto (por ahora) escrito desde territorio español. Mañana comienza mi peregrinación en coche. Si ven un Ford Focus cargado hasta los topes, salúdenme con cuidado. La ensaimada se convierte en fondue. Nos vemos en Suiza. Pórtense bien, que no sé cuánto tardaré en tener Internet para contárselo.

Guarnición: Loquillo quiere un camión; a mí no me vendría mal...